Van Helsing no logró destruir al monstruo. Tras desposar y vampirizar a la reina Victoria, Drácula ha rehecho Inglaterra a su imagen. Ahora los vampiros son promocionados por encima de los cálidos y la estructura de la sociedad está cambiando para adaptarse a sus necesidades. No obstante, sigue siendo un lugar de opulencia y sordidez, disturbios y conspiraciones. En el barrio de Whitechapel, un asesino en serie despedaza prostitutas vampiras con un bisturí de plata. El agente del gobierno Charles Beauregard (cálido) y la doctora Genevieve Dieudonné (vampira antigua) deben colaborar para encontrar al asesino en un Londres neblinoso y lleno de monstruos.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Si te gustan la ucronía y eres un mitómano vampírico, esta es tu novela. El tono oscila entre lo policiaco, lo terrorífico y los apocalíptico. Aparece o se menciona a TODOS en compañía de personajes victorianos, reales o no. Varney, Ruthven, Von Klatka, Kostaki, Carmilla, Orlok e incluso Lestat. Eso sin contar a los personajes vampirizados como Lestrade o Moriarty. El comienzo es algo lento y depende más del interés que nos despierten los personajes que de lo que ocurre en sí, pero luego va creciendo en brutalidad, tragedia y salvajismo. Es corta, llena de acción y puede ser apasionante descubrir los guiños. Al igual que en la novela de Stoker, Drácula aparece muy poco. Lo vemos a la mitad, cuando nos cuentan en qué momento se torció todo, y al final como rey degenerado en el palacio de Buckingham.
MANÍACO
Ficha de Libro enviada por MANÍACO el 29 de Junio de 2006